Ganado de El Sauce |
Por Cristhian Marenco | El Nuevo Diario
Este productor es una de los cientos beneficiados directamente por el programa Cuenta Reto de Milenio, CRM, que en días anteriores cerró sus oficinas en el Occidente del país.
El engorde de ganado desde la adolescencia ha sido su pasión y su actividad principal; sin embargo, fue hasta el 2009 que su negocio tuvo un gran cambio, ya que decidió poner en práctica los conocimientos y sugerencias de técnicos que llegaron al municipio como de la CRM.
Su esposa Iris Mejía dijo: “Antes la comida al ganado era racionalizada, no teníamos otros contactos más que los que venían a vender y a comprar ganado aquí al pueblo, sólo trabajaban cuatro personas en la finca y únicamente laboraban en verano porque el lugar donde los manteníamos se inundaba en el invierno”.
La inversión y la aplicación de las tecnologías adquiridas en los dos últimos años, fue clave en el desarrollo económico obtenido por el productor Carlos Humberto Méndez Valle, propietario de la finca La Concepción, ubicada a 11 kilómetros del poblado de El Sauce, departamento de León.
Asegura que ahora están vendiendo al menos seis veces al año, cada dos meses, ya que el ganado se engorda más rápido porque está mejor alimentado y en un lugar seco, con sombra y todo lo que necesitan para ganar peso. Antes los toros llegaban a más de 500 kilos que es el peso en que los comercializan para destace, en cuatro meses. El kilo actualmente cuesta 53 córdobas.
Hoy en la finca La Concepción hay suficiente pasto y caña para alimentar al ganado, cuentan con un área de estabulado en donde mantienen a los animales con todas las condiciones, la planilla es de seis personas y hay clientes de diferentes municipios, producto de las giras de intercambio que la CRM ha promovido con los ganaderos.
Sala de estabulado
La sala de estabulado cuenta con un sistema de energía que garantiza luz de día y de noche, permitiendo que el ganado se alimente las 24 horas del día; también tiene comederos techados, una pila con su bomba para almacenar agua y bebederos, --antes iban a aguar al río--. En el mismo lugar instalaron salitreros de madera en donde el ganado puede complementar su alimentación con sales minerales.
La capacidad del área es para 100 novillos, actualmente tiene 51, pero también mantiene ganado en un área de la finca en donde los prepara para someterlos a la estabulación.
“Fue un plan piloto para incentivar y demostrar a otros ganaderos dedicados al engorde de ganado que realizando inversiones y un manejo adecuado con la debida vacunación y nutrición se pueden obtener mayores ingresos. Estamos viendo resultados y nos sentimos satisfechos”, refirió el ingeniero Manuel Aburto, técnico que brindó acompañamiento en la ejecución de este plan.
Méndez pertenece a uno de los núcleos de El Sauce que fueron apoyados por la CRM, organización que le facilitó una picadora de pasto, 50 láminas de zinc, 50 quintales de cemento para la construcción de la sala de alimentación, un panel solar para asegurar la energía las 24 horas del día, así como alambrado para la cerca eléctrica que instaló alrededor del área de estabulado.
Asimismo, el programa le entregó material de siembra de pasto (pastoreo) para 15 manzanas, una de tanzania, una de marandú, semilla de caña para dos manzanas. El productor estableció por su cuenta cuatro manzanas más y cinco manzanas de pasto.
El engorde de ganado desde la adolescencia ha sido su pasión y su actividad principal; sin embargo, fue hasta el 2009 que su negocio tuvo un gran cambio, ya que decidió poner en práctica los conocimientos y sugerencias de técnicos que llegaron al municipio como de la CRM.
Su esposa Iris Mejía dijo: “Antes la comida al ganado era racionalizada, no teníamos otros contactos más que los que venían a vender y a comprar ganado aquí al pueblo, sólo trabajaban cuatro personas en la finca y únicamente laboraban en verano porque el lugar donde los manteníamos se inundaba en el invierno”.
La inversión y la aplicación de las tecnologías adquiridas en los dos últimos años, fue clave en el desarrollo económico obtenido por el productor Carlos Humberto Méndez Valle, propietario de la finca La Concepción, ubicada a 11 kilómetros del poblado de El Sauce, departamento de León.
Asegura que ahora están vendiendo al menos seis veces al año, cada dos meses, ya que el ganado se engorda más rápido porque está mejor alimentado y en un lugar seco, con sombra y todo lo que necesitan para ganar peso. Antes los toros llegaban a más de 500 kilos que es el peso en que los comercializan para destace, en cuatro meses. El kilo actualmente cuesta 53 córdobas.
Hoy en la finca La Concepción hay suficiente pasto y caña para alimentar al ganado, cuentan con un área de estabulado en donde mantienen a los animales con todas las condiciones, la planilla es de seis personas y hay clientes de diferentes municipios, producto de las giras de intercambio que la CRM ha promovido con los ganaderos.
Sala de estabulado
La sala de estabulado cuenta con un sistema de energía que garantiza luz de día y de noche, permitiendo que el ganado se alimente las 24 horas del día; también tiene comederos techados, una pila con su bomba para almacenar agua y bebederos, --antes iban a aguar al río--. En el mismo lugar instalaron salitreros de madera en donde el ganado puede complementar su alimentación con sales minerales.
La capacidad del área es para 100 novillos, actualmente tiene 51, pero también mantiene ganado en un área de la finca en donde los prepara para someterlos a la estabulación.
“Fue un plan piloto para incentivar y demostrar a otros ganaderos dedicados al engorde de ganado que realizando inversiones y un manejo adecuado con la debida vacunación y nutrición se pueden obtener mayores ingresos. Estamos viendo resultados y nos sentimos satisfechos”, refirió el ingeniero Manuel Aburto, técnico que brindó acompañamiento en la ejecución de este plan.
Méndez pertenece a uno de los núcleos de El Sauce que fueron apoyados por la CRM, organización que le facilitó una picadora de pasto, 50 láminas de zinc, 50 quintales de cemento para la construcción de la sala de alimentación, un panel solar para asegurar la energía las 24 horas del día, así como alambrado para la cerca eléctrica que instaló alrededor del área de estabulado.
Asimismo, el programa le entregó material de siembra de pasto (pastoreo) para 15 manzanas, una de tanzania, una de marandú, semilla de caña para dos manzanas. El productor estableció por su cuenta cuatro manzanas más y cinco manzanas de pasto.