Los dos policías leoneses quedaron debajo de la motocicleta en que viajaban.
LA PRENSA/ CORTESÍA
CORRESPONSA /LEON
Allan José Obando Ballesteros, de 34 años, suboficial mayor de la Policía de León y Omar Isabel Acosta Caballero, de 34 años, originario de Chacraseca y quien laboraba como policía voluntario, fallecieron ayer en un accidente de tránsito.
El hecho ocurrió frente al puente La Cenicera, ubicado a 6 kilómetros al sur de El Sauce, donde los oficiales perdieron el control y se precipitaron dentro de un cauce.
Según fuentes extraoficiales, en horas de la madrugada de ayer, los dos agentes se dirigían de El Sauce a León, en una moto, en estado de ebriedad, y en el puente perdieron el control, precipitándose al cauce.
Yamil Gutiérrez, segundo jefe de la Policía de León, dijo que estos oficiales no estaban ejerciendo su trabajo y no descartó que se encontraran en estado de ebriedad.
“Estaban en sus días libres, lo del estado de ebriedad... se están haciendo los exámenes médicos, ellos venían de El Sauce a León, lo que ocurrió fue un accidente”, dijo Gutiérrez.
Sin embargo familiares de uno de los fallecidos aseguraron que estaban realizando unas investigaciones.
Mayra Obando, de 45 años, hermana de uno de los fallecidos, dijo que no podía decir nada de lo acontecido, ya que la Policía hasta en horas de la tarde de ayer no le había explicado cómo había ocurrido el accidente.
“Mi hermano era el menor, deja dos hijos en la orfandad, uno de 12 años y otra de 13, no podría decirte nada, yo quisiera saber cómo fue el accidente, cómo pasó, si fue por trabajar o por vacaciones, nosotros nos dimos cuenta porque nos llamaron por teléfono”, dijo Obando.
Olga Marcela Sandino, de 34 años y esposa de Allan José Obando, lloraba desconsoladamente después de conocer que su esposo había muerto.
Manuela Caballero, de 38 años, hermana Omar Isabel, no conocía nada sobre el accidente. “Solo sé que mi hermano entró bien chavalo a la Policía, él vivía en Sutiaba”, expresó.
Fuentes extraoficiales aseguraron que los oficiales circulaban a exceso de velocidad al momento del percance.
Los cuerpos presentaban múltiples fracturas, así como golpes en la cabeza y en el rostro.
Los cadáveres fueron trasladados por una patrulla de Auxilio Judicial a la Clínica Lucrecia Lindo, de la Policía, para la preparación y posteriormente entregarlos a sus familiares.
Obando era jefe de sector y tenía más de 12 años de ser oficial, mientras que Acosta tenía más de seis años de laborar como policía voluntario.
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